A la hora de decidirnos por un colchón, un factor importante a tener en cuenta debe ser el material del que está hecho. Todo el mundo conoce a día de hoy la existencia de colchones hechos con viscoelástica y colchones hechos con látex. ¿Pero conocemos realmente cuales son las propiedades de cada uno de estos materiales y qué nos aporta?
A continuación, vamos a detallar las similitudes y diferencias de ambos materiales para que, a la hora de adquirir un nuevo colchón, tengas claro qué material te conviene más.
Ambos tipos de colchones ofrecen una gran adaptabilidad en el cuerpo, y poseen lo que se conoce como efecto memoria (recuperan su forma una vez el peso sobre el mismo desaparece) y esos son sus principales puntos en común, a partir de ahí apreciamos varias diferencias:
1. Origen de cada material
En primer lugar, veamos de dónde viene cada material; el látex es un material que se extrae de la savia lechosa del caucho, es un recurso natural y biodegradable y sostenible. Por su parte, la viscoelástica, fue descubierta en 1966 por la NASA y, a partir de este material, se creó la espuma viscoelástica utilizada para fabricar asientos que amortiguaran los aterrizajes y despegues de los astronautas en los viajes espaciales.
2. Temperatura
En el caso de la viscoelástica, estamos hablando de un material atérmico y termoadaptable. Esto quiere decir que el colchón por sí mismo no es cálido ni frío; sino que se adapta a la temperatura de nuestro cuerpo, por ello si una persona tiene calor, va a transmitir esa temperatura al colchón. Pasa lo contrario con el látex, que es un material que acumula más calor, por lo que los colchones de látex necesitan buena ventilación para evitar que se deterioren rápidamente.
3. Dureza
En cuanto a dureza, podemos decir que el látex es más blando que la viscoelástica, pero eso también dependerá del número de capas. Para elegir el colchón perfecto adaptado a las necesidades de cada uno depende del peso corporal de la persona y su postura a la hora de dormir. La firmeza media es la más popular y la que se adapta a un mayor número de personas pero es importante tener en cuenta los dos aspectos mencionados anteriormente.
4. Compatibilidad con tipos de cama
La viscoelástica es un material muy adaptable y con una gran capacidad para recuperar su forma. Gracias a ello, los colchones viscoelásticos más populares (los de núcleo flexible) se pueden colocar sobre cualquier tipo de base. En cambio el látex debe usarse siempre sobre somieres de tipo multiláminas, que permitan un nivel muy alto de transpirabilidad ya que el látex, sin buena ventilación, puede deteriorarse.
5. Mantenimiento
En cuanto al mantenimiento y cuidado de ambos materiales, el que quizás sea más delicado sea el látex, ya que, al ser un material natural puede tener problemas derivados de su procedencia, por ejemplo, con altos grados de humedad el colchón puede ser atacado por las bacterias. Si el colchón es de buena calidad, seguramente ya esté tratado con una barrera antibacteriana, precisamente para que no se den estos problemas y las personas con alergias puedan utilizarlos sin inconvenientes. Es recomendable airear el colchón con frecuencia, además de darle la vuelta cada cierto tiempo para que no pierda sus propiedades y el mantenimiento sea perfecto.
Atendiendo a sus características mencionadas anteriormente, lo más reseñable que podemos destacar del látex es su durabilidad ya que al ser colchones tan densos aguantan mucho tiempo (aunque hay que tener en cuenta que hay que voltearlo y airearlo cada cierto período de tiempo), mientras que de la viscoelástica podemos destacar su memoria inteligente (se adapta a cada curva del cuerpo) y que es hipoalergénico (no da alergia).
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